El color del modelaje

Modelo, carismática, trabajadora y extrovertida. Así es Flavia Martínez Álvarez.

Todas las fotografías de esta publicación: Sara Padilla.

Desde pequeña tuvo ese carácter arrollador que la define. Trabaja en el mundo de la moda desde que su madre le consiguió su primer proyecto: una fotografía abrazada a un gato. A día de hoy, nos explica cómo ha sido su trayectoria. Cómo de ser una niña que abraza a un gato se convirtió en Primera Dama del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y un claro referente en la moda de las Islas.

Aunque su forma de ser hace que pasar una tarde con ella sea el mejor de los entretenimientos, Flavia Martínez ha luchado y trabajado muy duro para conseguir llegar hasta aquí. A pesar de esto, nunca se ha rendido ni ha dejado que la pisoteen. Como resultado, ganó uno de los principales premios en la Gala de Reina del Carnaval. Su fantasía Eva enamoró al jurado y con su puesta en escena se ganó a los asistentes, proclamándose como Primera Dama de Honor del Carnaval.

“El volumen de trabajo que tengo después de haber participado es muchísimo más del que tenía en un principio”, nos relata, “pero siempre supe que esto era lo que quería hacer, además de volar”. Y es que, después de terminar sus estudios de Administración y Finanzas, por los que se trasladó de La Palma a Tenerife, Flavia decidió continuar estudiando y no vivir únicamente de la moda, pues “es un mundo muy efímero y exigente”.

“Todavía hay diseñadores que me ponen excusas simplemente por ser negra”

La industria de la moda en España representa un 2,7 por ciento del PIB; es decir, más que la agricultura, la ganadería y la pesca juntas. Sin embargo, sigue manteniendo unos cánones de belleza muy estandarizados y, según nos comenta, existen diseñadores que la han rechazado debido a su color de piel, a pesar de cumplir con los requisitos exigidos. “Cansa que te digan siempre que no por determinados motivos cuando sé perfectamente que es porque soy negra”.

Desde los 17 años su vida ha sido un ir y venir entre certámenes de belleza, pasarelas y sesiones de fotos. Ahora mismo dedica la mayor parte de su tiempo en prepararse para su examen final de auxiliar de vuelo, otro de sus grandes sueños y metas. “Compagino muy bien mi trabajo con mis estudios y, aunque es duro, contar con el apoyo de mi familia siempre me ha ayudado”. Su próximo proyecto será una editorial para la revista Forest Magazine de la que no nos ha querido adelantar gran cosa, aunque dice sentirse muy orgullosa de lo que está haciendo y espera con muchas ganas que todo salga bien.

Vivir entre estos dos mundos tan versátiles y arriesgados ha hecho de Flavia una mujer con los pies en la tierra. Sabe perfectamente que no todas las modelos lo son para siempre, por eso vive día a día y disfruta de los pequeños detalles porque, a pesar de tener tan solo 22 años, por detrás de ella hay mucha cantera y su “tiempo de oro” puede convertirse en cualquier momento en su “tiempo de descuento”.

El mundo del sacrificio

Dietas, entrenamientos y exigencias tanto físicas como mentales han sido necesarias para no decaer en su objetivo: colgarse las tan deseadas alas de Victoria Secret.